32- Iglesia de Santiago de Tordesillas

          Los días 17 y 18 de Junio de 2017 la Cofradía de Santiago de Madrid que tengo la suerte de presidir, visitó Tordesillas en colaboración con la Asociación del Camino de Santiago del Sureste en Valladolid. No en vano Tordesillas, además de un emblemático lugar de la Historia de España es también meta de una de las etapas del mencionado Camino del Sureste.

          Tordesillas, injustamente valorada con la polémica del Toro Vega, es cuna de momentos emblemáticos de la Historia de España.  El 7 de junio de 1494,​ entre los representantes de Isabel y Fernando, reyes de Castilla y de Aragón, por una parte, y los del rey Juan II de Portugal, por la otra, firmaron el llamado Tratado de Tordesillas, en virtud del cual se estableció un reparto de las zonas de navegación y conquista del océano Atlántico y del Nuevo Mundo. Las Casas del Tratado es cita obligada que enriquece de historia y de cultura al visitante.

          Otro acontecimiento histórico es que en marzo de 1509, la Reina Propietaria de la Corona de Castilla, Doña Juana llega a esta localidad, y lo que podría haber sido una parada más en su ruta de casi dos años con el cuerpo sin sepultar de su marido, Felipe I “El Hermoso”, se convirtió en su destino definitivo, con la excusa de enfermedad mental y por decisión primero de su padre Fernando el Católico y luego por su hijo Carlos I, de modo que Juana viviría recluida por 46 años en Tordesillas, en una fortaleza, hoy inexistente, hasta su fallecimiento, con el único alivio de la compañía de su hija pequeña Catalina.

          Pero la visita tuvo otros muchos alicientes, empezando por el Monasterio de Santa Clara que entre sus muchos atractivos nos mostró un fresco de un peregrino medieval; el museo de San Antolín, que conserva múltiples tesoros históricos y artísticos, una inolvidable comida de hermanamiento con la Asociación del Camino de Santiago del Sureste en Valladolid, un paseo por las calles del lugar en especial por su emblemática Plaza Mayor o las atractivas visitas al museo del Encaje, a la Bodega Muelas y a la pastelería Galicia, en pleno centro de la población.

          Pero os confieso que el lugar que más impacto dejó en mi alma de peregrino fue nuestro paso por las ruinas consolidadas de la antigua iglesia de Santiago, una estructura que ha podido resistir el abandono y el olvido total, y que en su retiro es aún lugar emocionante de cita para peregrinos y visitantes de los vestigios jacobeos en Tordesillas.

          Encontramos esta estructura al noreste de la localidad, en una calle de ronda interior cerca del antiguo Convento de San Francisco, la calle Santiago, circunvalada por la calle Corro Sol. Fue parroquia hasta el siglo XIX, añadiéndose su feligresía, tras su cierre diocesano, a la parroquia de Santa María desde 1885.

          Con fama de ser la más antigua parroquia “de las que en Tordesillas hubo”,  databa en origen, probablemente, de los siglos IX o X, época de la que nada se conserva, pues experimentó grandes reformas en el siglo XVI y lo que queda de ella es de la Edad Moderna, tras la reforma de 1949. La época de la primera reforma estructural, es contemporánea al gran momento histórico de la firma, en un caserón de la villa, del Tratado mediante el cual España y Portugal se dividían el mundo conocido.

          La situación algo periférica de este templo, hace pensar que su ubicación fue extramuros de la primitiva cerca medieval. Los restos que aún perviven son los de una edificación construida en varias etapas, pues constaba de nave principal única con capilla mayor y crucero, sacristía, torre, capillas funerarias adosadas y pórtico de diferentes épocas. Esta superposición de fábricas, procedentes de obras sucesivas en el tiempo, fue modificando la morfología del edificio, con distintas calidades en su ejecución y materiales.

          Su única nave ser dividía en dos tramos y se cubría por techumbre mudéjar de madera a parhilera. El crucero se alineaba con la planta y se cubría con cúpula del siglo XVIII sobre pechinas. La capilla mayor, con bóveda de cañón, iba originalmente cubierta con armadura mudéjar, que en 1561 se obliga a blanquear con cal, y se separaba del resto por arco triunfal de medio punto. A los pies se levantaba la tribuna y se adosaba la torre. El desaparecido Retablo Mayor des esta iglesia es probable que fuera proyectado por el ensamblador vallisoletano Alonso de Villota.

          En el testero de la capilla mayor tuvo altar dedicado a Santiago Apóstol con escultura del santo en su representación de matamoros, después de su aparición en Clavijo, que se terminó de dorar en 1692. Hubo otro altar dedicado a San BIas con cuadros de estilo hispano-flamenco y frontal de cuero cordobés. Y aún otra capilla fundada por el inquisidor Arganda para su enterramiento que estuvo dedicada a la Visitación de Nuestra Señora. Su altar tuvo frontal de azulejo, y en una losa de esta capilla puede leerse:

AQUI ESTAN SEPULTADOS EL DOCTOR FRANCO DE ARGANDA YNQUYSYDOR APOSTOLYCO y CANONYGO DE LA SANCTA YGLESIA DE TOLEDO y DOÑA VANA DE ARGANDA SU ERMANA, DE LA CAMARA DE LA REYNA DOÑA ANA. FALLECYERON AÑO DE 1609 Y 1614.

Y en la cornisa que recorre la capilla se lee:

 

EL DOCTOR FRANCISCO…DE ARGANDA. INQUISIDOR APPOSTOUCO y CANONIGO DE LA SANCTA YGLESlA… y DOÑA IU … SU ERMANA, DE LA CAMARA DE LA REINA DOÑA ANNA ..A.

           Por desgracia solo se conservan algunos restos en estado de ruina consolidada, y de su pasada estructura no queda más que parte de los muros, habiendo desaparecido  techos, cubiertas y el coro situado a los pies del templo. La ruina ha sido desescombrada, limpiada y consolidada, lo que permite apreciar que aún conserva el pavimento, constituido por las losas de las tumbas que ocupaban la capilla mayor y la nave del templo, formando nueve calles que la recorrían hasta los pies, donde se situaba el coro.

          En esta zona sólo se mantiene un pretil de piedra sobre un escalón que marca la separación de la nave, flanqueado por pilastras y con un escudo en su centro, donde aparece la Cruz de Santiago y dos conchas de peregrino. También se mantiene una pequeña puerta con moldura rehundida en el lado de la Epístola, junto a la torre, que posibilitaba la entrada independiente a la parte baja del coro, quizás para facilitar el acceso a la torre, cuya puerta de entrada está hoy tapiada.

          Por fortuna se han mantenido la sacristía, de planta rectangular y cúpula rebajada. Adyacente, se encuentra la Capilla de la Visitación, cubierta con bóveda vaída, si bien sólo quedan los arranques esquineros donde aún se observa la decoración de yeso en puntas de diamante.

          El edificio conserva aún sus dos portadas en pie: una al lado del Evangelio, pequeña, con arco de medio punto de generosas dovelas flanqueada por un contrafuerte. La principal se abre al costado sur, de la Epístola, y es de medio punto también con grandes dovelas y columnillas de gótica estirpe que se prolongan, por baquetón, sobre el trazado del arco. Un alfiz la enmarca. Estuvo esta portada cubierta con pórtico hundido, del que sólo se conserva un arco carpanel de piedra.

          De igual forma ha desaparecido todo el cuerpo de ladrillo de la torre, que aún se mantenía en 1980, y del que sabemos que sobre la basa de piedra hoy presente, levantó cuerpo alargado de ladrillo con huecos de medio punto para campanas: dos en sentido longitudinal y uno en el transversal. Actualmente es imposible el acceso al cuerpo de piedra que se mantiene, ya que su entrada, desde lo que fue coro, esta tapiada. En el muro norte, por dentro, se incrustó un nicho funerario en forma de caja vertical donde, entre molduras clasicistas puede leerse:

 

HIC IACET VIVAT … M

DOCTORIS CESPEDES M … TUl

VIS MAGTS SISTE VIATOR

RUMPE IAM JONICUM OPUS

CONSULE IN CODICE ANNUM

L. ET VI SOECULI XVIII

FESTINAS EN LAUS ABSIT

ME PETRO EM. CASSADO AUCTORE

IOSEPH ANT. LATATU AVNVENTE

NEC RELUCTANTE EM. GARCIA

MUNERE TRIUNVIRALI

EST POST LIMINIO REVERSA

En la bordura se dice:

IETRE (PETRE?) QUIDEM MANUEL CASSADO ALBIZ – MALVENDA [CANTABER ILUSTRIS CONTECIT.I.STELAPE.

          Son precisamente los muros de la nave los que han sufrido mayor ruina. De hecho sólo queda su basamento de mampostería a lo largo del lado del Evangelio y los pies del templo. La falta de protección del tapial de estos muros, al desaparecer la cubierta, ha acelerado su deterioro y desaparición, pues en fotografías de los años 1980, si bien se aprecia el desmoronamiento en su coronación, aún se mantenían en su mayor parte. Por el contrario las partes de ladrillo y tapial asentadas sobre zócalo de piedra de sillería (crucero, capilla mayor, sacristía y capilla próxima), han mantenido buena parte de la altura de sus muros. La sacristía mantiene incluso su techo y cubierta.

          Sin duda la calidad en la ejecución de los zócalos de los muros ha influido en su estabilidad planteando problemas desde bien antiguo pues entre 1785 y 1795 se hizo obra en el muro norte por tener una gran oquedad que ponía en peligro la fábrica. Quizás se refieran estas noticias al arco de medio punto embebido en parte del muro noreste, entre el crucero y la capilla mayor, que aparece cegado en las fotos del Catálogo y que, probablemente, se ha destapado cuando se realizaron las obras de limpieza y consolidación de las ruinas. Este arco pertenece a una construcción anterior a la que formó el crucero y la capilla mayor.

          En la capilla de la Visitación la ruina de la bóveda vaída que la cubría deja ver su solución constructiva, que formaba el cascarón con doble capa de ladrillos colocados a tabla y recibidos con yeso. Apoyaba sobre los muros del recinto mediante arcos de ladrillo en resalte formando una moldura recta que remata el encuentro con cada paño en continuidad con las pilastras que recorren los paramentos.

          El cuerpo de ladrillo de la torre ya presentaba agrietamientos en sus fachadas norte y oeste cuando fueron publicadas las fotos del catálogo, aunque el basamento de piedra aparece en perfecto estado, al menos en los paramentos que se aprecian en la imagen. Las grietas, que parecen reparadas en parte, evidencian los problemas de estabilidad de sus muros que, bien por problemas de asentamiento sobre la fábrica de ladrillo, bien por problemas de cohesión de su aparejo, causaron su ruina o propiciaron su derribo ante el peligro con que amenazaban.

          Tordesillas se vio privada así de un vestigio singular que muchos vecinos aún recuerdan, especialmente cuando al llegar el 25 de julio se celebra la fiesta religiosa y profana en la que los parroquianos aportaban lo mejor de si mismos. Tal fue la celebración de la octava de Santiago, ocho días de atenciones espirituales y el último, al llegar la fecha señalada en el calendario, la efigie de Santiago Matamoros era paseada en andas alrededor del recinto y barriada entre el repicar de campanas, acompañado de la dulzaina y del tamboril, una vez acabadas las ceremonias litúrgicas de rigor.

          Entre los aspectos lúdicos de conmemoración de la octava aparece la noticia de toros a cargo de “los de Santiago” y así según los libros de actas municipales, el mayordomo del Santísimo Sacramento presentó al consistorio esta petición: “Habiéndose terminado de dotar el altar del apóstol Santiago, y para la colocación del Santísimo, teniendo prevenidos dos toros y novillos de limosnas, por ser pobre el mayordomo y no poder sufragar tantos gastos, le ayude este Ayuntamiento a hacer el toril y a tapar las calles”, accediendo a esta petición de muy buena gana el Municipio (Acuerdos, 1962).

          El Apóstol Santiago era celebrado con toros, función a todos gustosa, uno de los cuales será soltado a la vega, con sus clarines aunque con la expresa prohibición de participación de los clérigos, según mandado episcopal “Que no salgan los sacerdotes con vara larga a los toros de la Vega, porque en esta Villa hay muchos sacerdotes que con vara larga y hábitos indecentes salen a lidiar los toros de la vega…”  Y es que también el caballo blanco de Santiago, galopa y retumba y ensordece  sus cascos por entre los pinos de la vega del Toro de Tordesillas, mientras rumia estrellas en los campos celestiales.

         

            La estatua de Santiago Matamoros, que aún, y por suerte, la conservamos todavía en el museo de San Antolín, en donde fueron recogidas las piezas que pudieron salvarse, representa al apóstol con su caballo blanco y mandoble en ristre da tajos y acaba con un grupo de moros que yacen a los pies de su caballo, en homenaje a la Batalla de Clavijo, comienzo de la leyenda de Santiago como adalid cristiano contra la morería. La azulejería de Talavera también fue trasladada al mismo lugar y allí, en dicho museo tordesillano, al lado del sepulcro del arcipreste Juan González, fundador del hospital de peregrinos, se presenta a la posteridad. Hay que decir que para evitar los vaivenes de la talla al ser portada por las buenas gentes de su barrio y darla consistencia debida, el rabo del jaco se desarma y por salva sea la parte se le introducía una arroba  de arena para ganar así el peso necesario.

          Recordar la dedicación de este templo tordesillano refleja notablemente y sin ninguna duda la devoción que desde la Edad Media hubo en España hacia el apóstol y por Tordesillas se encaminaban a Santiago de Compostela un gran contingente de peregrinos. Pero esto no es solo lo que suscita la devoción sino que la dedicación de un templo es exponente del reconocimiento de la villa de Tordesillas al protomártir, al considerarle como protector de reyes, del reino y de los hispanos.

Fuentes consultadas:

1.- Clementina Julia Ara Gil, Jesús Parrado del Olmo. Antiguo Partido Judicial de Tordesillas. Diputación Provincial de Valladolid 1980, págs. 274-284.

2.- Eleuterio Fernández Torres. Historia de Tordesillas. Ayuntamiento de Tordesillas y Ámbito, ediciones S.A., 4ª edición 1993, págs. 10-11.

3.- Juan José Martín González. Tordesillas histórica y artística. Sociedad «V Centenario del Tratado de Tordesillas», D.L. 1994, pág. 85

4.- Jose Ignacio Sánchez Rivera, Juan J. Fernández Martín, F.P. Roldán Morales, Jesús San José Alónso, Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la provincia de Valladolid. Universidad de Valladolid, Servicio de Publicaciones. 2004.

5.- Jesús López Garañeda. Ad divinum iacobum iter hispaniae centro. Estudios jacobeos. Grupo Cultural Galicia en Madrid (GRUGALMA Ediciones) 2005.  Tordesillas en la ruta jacobea matritense, págs. 213-222.

6.- José María Arévalo. Arquitectura religiosa olvidada. 29. En Tordesillas, Iglesias de Santiago y San Miguel. 23-10-2014.

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4 respuestas a 32- Iglesia de Santiago de Tordesillas

  1. Nelson Branco dijo:

    Gracias por compartir la informacion. Abrazo

  2. Antonio dijo:

    Excelente trabajo, amigo Alberto, documentado y con clara exposición. Gracias.

  3. DAMIAN dijo:

    Bien por el trabajo, Alberto. Aunque «Me suenan» muchas cosas en el texto.(De todos modos, aquel mandato episcopal a los sacerdotes que no salgan con vara larga…es un mandato que «alguien» descubrió y publicó en 1979).Es una desgracia encontrar un tesoro, compartirlo y quien lo recoge no diga ni cite dónde lo vio ni quien se lo entregó. Así vamos escribiendo la historia.

    • Hola Damián, tienes toda la razón, este artículo lo elaboré hace tres años, entonces éste como otros trabajos que realizaba, eran trabajos de recopilación junto a reflexiones personales, y no tenía la buena y sana costumbre de citar las fuentes consultadas, algunas de ellas, en este caso, facilitadas por mi buen amigo Antonio Gavilanes, Zamorano de Fermoselle residente en Tordesillas, y otras descargadas de internet. Desde hace un par de años si menciono las fuentes consultadas, pero tengo muchos trabajos anteriores, como este, en que esa labor está pendiente. Voy a corregir el defecto citando las fuentes, aunque en algunos casos cometí la imprudencia de no anotarlas. Aquí creo que podré recuperar esas citas. De mi visita a a la histórica Tordesillas, de donde es mi mujer y mis suegros, denostada por muchos por la polémica del Toro Vega, me admiraron muchas cosas, pero una especialmente a menudo olvidada, su consolidada iglesia de Santiago. Gracias por apuntarme el error que intentaré corregir pronto.

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