PLANTEAMIENTO INICIAL


        IMG  Cuando se llega a Santiago de Compostela con espíritu y cuerpo de peregrino, se visita el sepulcro del Apóstol y se abraza el dorso de su figura en el camarín sobre el altar mayor, tras ingresar en la catedral por su Puerta Santa, en ese ambiente mágico que flota como una bruma entre la plaza de la Quintana y la del Obradoiro, entre la de Platerías y la de Azabacherías, no deja uno de preguntarse si verdaderamente serán del Apóstol Santiago el Mayor los restos que allí se custodian con tradicional veneración a través de los siglos. 

          Si se atiende a la leyenda como brevemente se cuenta en los panfletos y guías turísticas, en los libros esotéricos, en los ensayos literarios, en las novelas re-descubridoras de verdades ocultas, o en los programas radiofónicos o televisivos que encuentran en la noche su mejor escenario, elementos todos ellos dirigidos a la mentalidad consumista y curiosa del visitante fugaz, o del oyente pocotranslatio exigente y con avidez de novedades llamativas, la duda es más que inevitable: la leyenda nos cuenta que el cuerpo de Santiago llegó a Galicia en una barca de piedra que flotaba sobre las aguas, en la que reposaba el cuerpo santo, atravesando, por mediación de fuerzas sobrenaturales, las aguas mediterráneas y atlánticas que separaban Palestina de Galicia.

          Desde la lógica más elemental, el planteamiento resulta un imposible que hace inviable la leyenda jacobea en su integridad, reducida a una tradición piadosa carente de todo fundamento histórico, o a un relato acientífico que no merece investigación ni es digna de estudio, o a la trayectoria de un mito que obedece a intereses políticos, militares, eclesiásticos, culturales o doctrinales. Se relegan las opciones evangelizadoras de Santiago el Mayor en Hispania y la ubicación de su sepulcro en Galicia a iniciativas meramente eclesiásticas que esconden maquiavélicamente un precedente pagano. Se mezclan así tendencias que encuentran fácil difusión en un ambiente permisivo y acrítico hacia planteamientos iniciáticos y esotéricos, con avidez por novedades sensacionalistas supuestamente escondidas a lo largo de la historia por intereses doctrinales tendenciosos, en un terreno bien abonado por las reinterpretaciones antropológicas de la Nueva Era, con las tendencias anticlericales de una sociedad cada vez más dominada por la cultura de la ciencia y del bienestar, generando un totum revolutum donde es difícil defender las legítimas opciones de la vieja Tradición Jacobea.  

fachada-del-obradoiro-catedral-de-santiago-de-compostela          Pero entonces, ¿esa colosal catedral que impresiona ver desde la Plaza del Obradoiro, ese admirable Pórtico de la Gloria, ese prodigioso fenómeno de peregrinación durante siglos, ese culto milenario al Apóstol Santiago, es solo el fruto de una tradición apoyada en una leyenda que tal vez pudiera estar inspirada en la buena fe, la ingenuidad, la equivocación, el oportunismo, la conveniencia, la imaginación, la fantasía, el fanatismo o la mentira?. La contradicción es tanta que se impone el acercamiento a la Tradición con un propósito desprejuiciado y multidisciplinar para ver si contiene indicios o criterios de verosimilitud, o si por el contrario es una falsedad bien arropada en el transcurso de la Historia.

          Este es el objeto de este trabajo, analizar con rigor los posibles criterios de verosimilitud de la Tradición Jacobea, lo que no será nada fácil por la amplitud cronológica y el basto arco epistemológico que abarca, además de que este análisis supone ir contracorriente en tiempos que ven el Camino de Santiago más como atractivo escenario de vivencias que como resultado ideológico de un fenómeno sociocultural sin precedente de origen propio: el descubrimiento medieval del sepulcro del Apóstol Santiago. Hoy esto interesa poco, y hay hipótesis que inventan orígenes preexistentes y trastocan los principios históricos de la peregrinación jacobea inventando otras supuestas raíces que desmerecen la raíz original del Camino de Santiago. Por eso defender hoy día la tradición Jacobea es también un modo de defender el origen del Camino de Santiago, porque el Camino es cauce de una ruta de peregrinación y es contenido cultural e ideológico de la causa que lo origina, aspectos ambos, cauce y contenido, que merecen cuidarse, pues definen su identidad geográfica, histórica y cultural.

          Una cita que refleja el modo en que hoy se tiende a valorar la Tradición Jacobea,unamuno la expresó ya Don Miguel de Unamuno (1864-1936) en el artículo periodístico sobre Santiago de Compostela que escribió en Salamanca en 1912, recogido en una selección de artículos que conforman una visión paisajística y poética de España con incuestionable calidad literaria: “Andanzas y visiones españolas”. Don Miguel considera fruto de la fe ingenua creer que allí esté el cuerpo del Apóstol Santiago, ve Compostela como resultado de la peregrinación milenaria que influyó mucho en la conformación cultural y política de Europa y de España, elucubra sobre la posibilidad de que sea Prisciliano, supuesto heredero y reformador del legado celta, quien esté realmente sepultado allí y afirma que “un hombre moderno, de espíritu crítico, no puede admitir, por católico que sea, que el cuerpo de Santiago el Mayor esté en Compostela. ¿Qué cuerpo es, pues, el que allí se venera y cómo y por qué se inició ese culto?. Ésta es hoy una visión muy extendida sobre la Tradición Jacobea, reducirla a una antigua tradición piadosa carente de fundamento, abrir oídos a supuestos legados celtas, sembrar dudas sobre la verdadera ocupación del sepulcro compostelano, y regalar con largueza a Prisciliano lo que se niega con exclusión a Santiago. No es ponderado abrir un interrogante, y sin una aproximación al contenido, decantarse hacia una opción y cerrar puertas a otra. La Tradición Jacobea no es el fruto ciego de una fe, sino un viejo legado cultural cuyo origen no es eclesiástico sino popular, ni es un principio doctrinal que defina el grado de catolicidad de un católico. Las campanas de crítica a la Tradición que oyó batir el admirado y admirable Don Miguel, acababan de ser repicadas por un hombre de la propia Iglesia Católica, monseñor Louis Duchesne, como clara expresión de que admitir o no la Tradición Jacobea nunca fue una exigencia doctrinal de la fe católica, en cuyo seno veremos que surgen los detractores jacobeos más tenaces. 

          Otra cita que define la postura de la ciencia histórica frente a la Tradición Jacobea la ocupa Don Claudio Sánchez Albornoz (1893-1984), afirmando que “Es inverosímil que durante los años inmediatos a la muerte de Nuestro Señor Jesucristo, años extremadamente difíciles para sus discípulos; uno de los apóstoles de más autoridad abandonara el núcleo primitivo jerosimilitano y se le ocurriera nada menos que cruzar el Mediterráneo y trasladarse a las tierras extremas del mundo: a Hispania”. Veremos que hay argumentos sólidos para proponer lo contrario que sugiere Don Claudio y cabría decir que la Historia suele adoptar una postura apriorística cuando eleva a sentencia lo que no es más que una opinión difícil tanto de demostrar como de rebatir. Si la Historia Medieval está llena de lagunas, más lo está la Historia Antigua y no parece acertado hacer afirmaciones con opiniones personales ni valoraciones subjetivas o abstractas, sino más bien considerar todos los datos e indicios que confluyen en el caso de Santiago. Incluso el propio Don Claudio dice: “…nada garantiza la autenticidad de la mágica Translatio del cadáver apostólico a Galicia, pero nada obliga a negarla, pues en la historia han ocurrido muchos sucesos no menos ilógicos e inverosímiles que aquella…”. En modo que Don Claudio parece no definirse del todo, y abre un resquicio que la Historia no tiene criterios taxativos para cerrar y que nos invita a dejar abiertas las posibilidades de la Tradición, que merecen una evaluación desprejuiciada y multidisciplinar. No es esta la postura usual de la ciencia histórica, cuyas opciones usuales van desde omitirla, considerarla cristianización de un antecedente pagano, rechazarla como producto injustificado de un deseo ferviente, e incluso juzgar anticientífico el simple hecho de ocuparse del asunto.

          Otra postura distinta pero que conducen igualmente al descrédito de la Tradición, son las teorías esotéricas, iniciáticas o redescubridoras de la peregrinación jacobea como usurpadoras de una realidad supuestamente anterior o diferente, en donde la leyenda del Apóstol Santiago no es más que la excusa para ocultar y reconducir un escenario histórico, ideológica o virtual, completamente diferente y ajeno a lo jacobeo. Para unos lo jacobeo encubre un antecedente pagano pre-cristiano, en donde el precedente celta se propone como verdadera raíz histórica de la cuestión. Para otros la auténtica verdad está en ámbitos legendarios y misteriosos, en donde el sepulcro del Apóstol a menudo es considerado un tema muy secundario o incluso ficticio, como tapadera de un proceso de iniciación moral para llegar a verdades solo aptas para los elegidos. Otros hablan de que Santiago es solo un mito a cuya sombra se ocultan símbolos y signos que hay que saber interpretar, y cuyo mensaje enlaza con el Juego de la Oca, el mundo ritual y secreto de los Templarios, los enigmas de losTemplarios llegando a San Juan De La Peña constructores y canteros, el misterio del Grial, y un verdadero final del Camino que por supuesto no es Compostela, sino el mar del Finisterre, donde otrora terminaba un supuesto camino ancestral que rendía culto al más allá con ritos usurpados por la religión cristiana. Para otros tantos, en fin, todo el mundo jacobeo no es más que una farsa o montaje histórico en beneficio de intereses militares y eclesiásticos, en donde lo único que encuentran de interés es la fabulosa producción cultural y artística que se ha ido generando a lo largo del Camino de Santiago, omitiendo todo el valor generatriz al único motor que generó este fenómeno sin precedentes: la Tradición Jacobea.

          Entre estas dos marcadas tendencias, erudita y científica una, esotérica y parapsicológica otra, le queda un muy estrecho margen de credibilidad a la vieja Tradición que limita el posible análisis de la misma y la atención que ambos mundos puedan prestarle. Por un lado el mundo del pensamiento intelectual de la ciencia histórica no da ninguna facilidad a las legítimas opciones de la Tradición, a la que solo dejan el recurso de la fe, al considerarla una propuesta irreal. Por otro lado las tendencias especuladoras y enigmáticas encandilan a un auditorio ávido de novedades, receptivo a las propuestas más especulativas, atractivas e innovadoras, cerradas a lo que entienden como convencional, especialmente si tiene vinculación eclesiástica. De hecho los trabajos más interesantes y acreditadores de la Tradición Jacobea duermen en los estantes desde la desatención generalizada del mundo académico y del ámbito esotérico, hasta incluso seguir manteniéndose en las reediciones de los libros de Historia, hipótesis jacobeas que se han demostrado erróneas, y se siguen editando y emitiendo libros, novelas y programas radiofónicos y televisivos que magnifican las más descabelladas ilusiones y omiten cualquier indicio o criterio razonablemente favorable a la Tradición. 

          Entre estas dos opciones genéricas tan pronunciadas, el Camino de Santiago se convierte en escenario donde al peregrino de hoy le incomoda hablar de fe o de motivación religiosa o de raíces apostólicas, y para muchos caminantes la Tradición es desconocida o su valor es secundario o nulo. Lo que hoy se busca es una experiencia renovadora, una desconexión con lo cotidiano, un contacto con la naturaleza, un marco que nos haga protagonista de nuestros pasos, una vivencia personal en donde lo que menos importa es el antecedente histórico, el motor de todo el fabuloso proceso que es el Camino de Santiago: la Tradición Jacobea. “Lo que importa es la vivencia del camino”, hermosa frase de ambigua lectura que convierte el Camino en un bien en sí mismo. “La puerta se abre a todos” es el mensaje de un conocido poema medieval que no debe entenderse como “todo vale”, sino como “todos tenemos acceso”. Hoy,IMG_0001 que el Camino se abre a muchos intereses, todos los motivos son respetables, pero sin olvidar que el Camino a Compostela es la expresión cultural de la identidad cristiana de Europa, cuya raíz es la Tradición Jacobea. La consecuencia es que desde muchos aspectos, el Camino de Santiago es mas el foco de atención de turistas y curiosos, que de peregrinos, e incluso fuente de explotación de empresas y turoperadores que convierten la ruta jacobea en mercado o ???????????????????????????????en parque temático. El deterioro del Camino está siendo tan grave, que la Asociación Gallega de Amigos del Camino de Santiago (AGACS) en rueda de prensa convocada en Santiago el 18-12-2010 y en denuncia de la situación y con la adhesión de multitud de asociaciones jacobeas, solicitó a la UNESCO la inclusión del Camino de Santiago en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro, igual que algunos monumentos del tercer mundo.

          Frente a la secularización y explotación del Camino de Santiago, y frente al estrecho margen de credibilidad que queda entre académicos y especuladores, propongo estudiar la Tradición Jacobea como contenido genuino del Camino, el que le da su sentido más auténtico, para ver cuales son sus criterios de verosimilitud histórica y sus valores en el siglo XXI.

          Tras este planteamiento Inicial y aunque cada sección de este blog puede consultarse con independencia, para quien prefiera una exposición más metódica propongo el siguiente orden en la visión de los temas que este trabajo propone y que irán editándose progresivamente:

1.- Planteamiento inicial.

2.- Origen del Camino de Santiago.

3.- Entre la Historia y la Leyenda.

4.- Dos tradiciones en una.

5.- Criterios de Verosimilitud Global.

6.- Criterios de verosimilitud en las Escrituras.

7.- Verosimilitud del destino Hispano.

8.- Criterios que justifican el “olvido”.

9.- El Descubrimiento del Sepulcro.

10.- La aportación de la arqueología.

11.- Evolución del sepulcro e inicio del culto local.

12.- Criterios de Integridad y continuidad del Edículo y de los Restos en él conservados.

13.- Teorías anti-jacobeas.

14.- La prueba del C14.

15.- Conclusión final.


8 respuestas a PLANTEAMIENTO INICIAL

  1. Yo ni creo del todo pero tampoco dejo de creer, para que me complico la vida? parece ser natural en el ser humano complicar todo. Yo hice el camino porque simplemente senti deseos de hacerlo, conoci lugares que no conocia que me parecieron bellos, conoci gente de paises diferente al mio, fue para mi como una escuela de 30 dias que disfrute al maximo, aprendi de lo bueno y de lo no muy bueno, a mi en lo personal me sirvio de muchas formas esta maravillosa aventura pero mas que todo fue como una especie de retiro espiritual, me dejo mucha paz en mi corazon y un enorme aprendisage, yo no tengo religion alguna, solamente un enorme acercamiento con un ser supremo al que yo le llamo padre y por tal motivo hago el menor daño posible, regrese a mi hogar con un buen sabor de boca y con deseos de volver , por todo lo demas no me preocupo, que quien fue primero si el huevo o la gallina, bueno eso que lo investiguen los que saben, yo solo disfruto lo que vivo. Que Papa Dios llene de bendiciones a toda persona que lea mi mensaje y que no se olvide de mi, Gracias y adios.

  2. Lillian Joppert dijo:

    Hola Alberto!
    Soy Lili Joppert , y espero que te recuerdes de mi.
    Ahora estoy haciendo la hoja de Facebook de la AACS Brasil. Me gostaria mucho que me autorizase a copiar alguns artículos y matérias que mucho me interesan y podem interessar a los peregrinos. Su Blog está ótimo e sus pesquisas son esclarecedoras.
    Em septiembre/octobre debo volver a el Camino Português. Quiçá tendremos la oportunidad de nos veer. Fuerte abraç peregrino,
    Lili

    • Hola Lili, como no me iba a acordar de tí, pasé unos días inolvidables el RFío de Janeiro gracias a tí. En cuanto a vuestra página de Facebook, me gustaría ser yo mismo quien subiera los artículos de Tradición jacobea. Si no te importa hoy mismo subiré el primero, sobre el que puedes hacer un comentario si te parece bien… Tamien yo estoy haciendo planes para salir al Camino, estoy pensando hacer el Cmino Francés de SJPP hacia el mes de Octubre.

    • Pensandolo mejor, querida Lili, creo que es mejor que tu misma subas los artículos que consideres mejor. Estás completamente autorizada a usarlos como mejor creas oportuno, un abrazo peregrino y madrileño muy fuerte.

  3. Jesús Ángel Yela Gómez dijo:

    Hola Alberto: .
    Soy un peregrino de 68 años que estoy escribiendo un libro sobre el Camino Portugués que he hecho en cuatro ocasiones siguiendo diferentes trazados. Me encantan tus artículos. Me gustaría que me dieras permiso para utilizar algo sobre este tan valioso material. Mi deseo es dar a conocer este Camino. Llevo diez años haciendo diferentes Caminos de Santiago y soy un enamorado empedernido de la ruta Jacobea. Muchas gracias por tus artículos y felicidades.
    Un afectuoso saludo de este peregrino seguidor tuyo.

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