1- Mar ancha

          Transcurría la última década del decimoquinto siglo cuando Gonzalo Bascuñán abrió los ojos al mundo en algún lugar de la península ibérica, más al sur de Despeñaperros. Hijo de cristiano viejo y judía conversa, además del precedente de una bisabuela árabe, fue amamantado por una nodriza mora de la recién conquistada Granada.

 dialogo-interreligioso         Bautizado y educado en el cristianismo, crecía mestizo de sangre y leche, de cuerpo y espíritu, y desde joven aprendía hebreo y árabe, además de castellano  y latín. La formación del joven Bascuñán era rescoldo de un tiempo fructífero entre distintas culturas y religiones, cuando un sacerdote cristiano, un imán árabe o un rabino judío dialogaban de lo humano y lo divino desde la intuición de que hablaban del mismo Dios, un Dios único y para todos, que moraba por igual en la iglesia, la mezquita o la sinagoga. De su padre, además de depurar el español, aprendía esgrima, equitación, gestiones de despacho y diplomacia nobiliaria. De su madre, además del amor, aprendía hebreo, respeto al distinto, higiene, nociones musicales y canciones españolas y sefardíes, acompañadas con la vihuela, quearistoteles_3 escuchaba embelesado, unas veces de su dulce voz de mezzosoprano, y otras acompañando a dúo con su voz atenorada. De su nodriza y niñera, aprendía la fantasía de los cuentos árabes, así como su lengua, su filosofía y sus poemas que, acaso por su sangre árabe, identificaba como propios. Del buen Padre Guzmán, además de latín, aprendía la moral del buen cristiano que, como su propio mentor decía, no es muy distinta de la del buen judío ni la del buen musulmán.

          Así fue creciendo y aprendiendo Gonzalo sin que nadie fuera consciente de su amplia y abierta formación que le llevaban a adquirir saber y sentimientos de las tres ideologías. Pero las cosas eran distintas; ya no había lugar para la convivencia pacífica entre las distintas culturas, sino intolerancia y revancha ante la que no cabía más que convertirse o emigrar frente a un cristianismo de espada e imposición. La cultura y la fe judía y musulmana, fueron erradicadas, pero el joven Bascuñán no las erradicó de su corazón ni de su mente, porque sentía que circulaban por su sangre en un mestizaje perfecto.

inquisicion4          Gonzalo guardaba sus conocimientos y sus querencias, que hubieran podido ser motivo de acusación ante los tribunales de la Inquisición, y como tal riesgo se convirtió en peligro en forma de denuncia y proceso de investigación, optó por alejarse de su tierra natal. Reciente aún la reconquista y la expulsión de los judíos, que vivió como amputación de parte de sus raíces, necesitaba una verdad válida para todos y sintió entonces la llamada de Compostela, a donde caminó, no armado de caballero como correspondía a la alcurnia militar y cristiana heredada de su padre, sino como peregrino anónimo. Guardó sus armas, su coraza plateada y su capa con la cruz de Santiago, y se enfundó la saya, la esclavina y el sombrero de ala ancha, tomó su zurrón y su báculo y se puso en camino hacia Compostela. 

          Descubrió así que Santiago matamoros era un invento militar, y que la única verdad estaba en el mensaje de un judío que vino a nuestras tierras desde Palestina, una verdad para todos más allá de conquistas y monopolios. Y paso a paso, entre fatigas y cantos, comprendió el significado de «ultreia», y cuando llegó al finisterrepilgrim compostelano, no quiso quemar sus ropas, rito en el que vio la treta iniciática de morir para nacer, de purificarse para merecer descubrir una verdad oculta solo para selectos, porque la verdad que él encontró era una verdad sencilla y para todos, una verdad que cualquiera podía ver, sin morir ni renacer, solo con abrir bien los sentidos y el corazón. No había misterios ocultos, ni enigmas que resolver, ni señales que interpretar. Había solo el sepulcro de un hombre santo que renunció a todo. La verdad del Camino es una verdad de renuncia y de entrega, esa era la verdad del peregrino en la que se identificó mujeres_al_andalus_gcomo cristiano. El finisterre compostelano no era el final de un camino hacia el oeste, sino el centro de una actitud humana, el corazón de un saber universal fundado en el amor que hace hombre al hombre. Ante el mar tenebroso, recordó una canción que su madre le cantaba: ¡Ay, mira que el amor es una mar muy ancha!. Y se sintió llamado por el mar.

          Si estaba reciente la reconquista y la expulsión de los judíos, también lo estaba el descubrimiento de un nuevo mundo, y como aún había quien deseaba su ruina, Gonzalo decidió continuar su camino hacia el oeste, y se embarcó hacia Cuba en buscacarabela de nuevos horizontes. Allí encontró un amigo de la familia Bascuñán, Hernán Cortés, que ascendía como una ola en lo político y militar, quien le enroló en su proyecto de conquista. Aunque admirador de Cortés y leal soldado suyo, fue también fiel a su pensamiento y sus antecedentes mestizos, de modo que Gonzalo Bascuñán partió como militar, pero sin afán de conquista,  sino de búsqueda de una vida nueva, con el sentimiento de que acudía no para tomar, sino para dar y compartir. Así lo había aprendido de su padre cristiano, de su educador eclesiástico, de su judía madre conversa, y de su nodriza mora. Así lo había aprendido en el Camino a Compostela, enseñanza más allá de las culturas y las religiones que idealizó en la figura del Apóstol Santiago. Nunca creyó en el Santiago matamoros sino en el peregrino, pero en honor suyo llevó consigo los hábitos de Caballero de Santiago que nunca había llegado a usar: coraza y espada plateadas y capa blanca con cruz de Santiago.

          Así es como Gonzalo Bascuñán acompañó a Hernán Cortés en la conquista de la Nueva España, siendo protagonista del encuentro de dos mundos. En su travesía por tierras mexicanas hasta Tenochtitlán, Gonzalo descubrió una vida nueva al encontrar a la princesa azteca Xuchitl, elegida para ser sacrificada al dios Huitzilopochtli. La liberó de su suerte, y entre ellos nació el amor que sentían como premonición. Xuchiltl vio en Gonzalo al hijo de Quetzalcoatl que la liberaba en sus sueños, y él reconoció en Xuchitl el amor que su madre le cantaba de niño: ¡Ay, mira que el amor es una mar muy ancha!. Pidió autorización al padre Aguilar para bautizarla, y a Cortés para desposarla. El encuentro de las dos civilizaciones nacía también mestizo, dando ocasión a Gonzalo de aprender nahual y ser intérprete de Cortés ante los aztecas. 

la-conquista          Nunca olvidaría el encuentro entre las comitivas de Cortés y Moctezuma en la calzada entre aguas que se introducía en el recinto sagrado de Tenochtitlán, ni las palabras intercambiadas, que Gonzalo Bascuñán tradujo del nahual al castellano y del castellano al nahual. “Señor y heredero de Quetzalcoatl” –dijo primero Moctezuma- “habéis vuelto a vuestro país y a vuestro pueblo; aquí está vuestra ciudad, en vuestras manos la entrego”. Y Cortés respondía: “Señor, vos sois el monarca de esta tierra que es vuestra, habláis como soberano noble y generoso; nada vengo a quitaros, sino enviado por mi señor el rey de España; os agradezco que hayáis salido en mi encuentro.”

          Verdadera epopeya histórica llena de luces y sombras, Gonzalo Bascuñán protagonizará un suceso insólito que le marcaría para siempre. En el lugar de Otumba, con un ejército diezmado, sin apenas caballos, y las armas de fuego enmudecidas por falta de pólvora, desbordados por la fatiga, las heridas, el hambre y la falta de sueño, las escasas tropas de Cortés se resignaban a un final seguro. Gonzalo recordó entonces templario a caballoel uniforme de Caballero de Santiago nunca estrenado. Lo llevaba con su impedimenta militar, siendo de los pocos soldados que, ignorando tesoros, prefirió salvar su montura y su equipaje. El suyo era un flamante caballo blanco andalusí. Intuyó que había llegado el momento de estrenar estas ropas antes de morir, y así apareció en escena un caballero con coraza y espada plateadas, y su capa con la cruz de Santiago ondeando al viento, sobre un corcel blanco. Todos a una creyeron que el Apóstol Santiago venía a capitanearlos, como muchos lo creyeron en el pasado. A través de Gonzalo Bascuñán Santiago Apóstol cabalgó por tierras mexicanas. Nunca ocurrió el milagro en el que todos quisieron creer, y la victoria llegó de modo insospechado, fruto de un cambio de ánimo y de suerte, como tantas veces ocurrió en la historia de la humanidad.

         Y nació Rodrigo Bascuñán, hijo de Gonzalo y Xuchiltl, primogénito de primogénito y mestizo de mestizo. El Viejo Mundo hervía en ascuas mestizas alumbrando un Nuevo Mundo mestizo desde su nacimiento. La búsqueda y el encuentro son mestizos. La verdad es mestiza. La vida y el amor son mestizos.

              ¡Ay, mira que el amor es una mar muy ancha!, le cantaba Xuchiltl a su hijo mestizo.

mestizos

Alberto Solana (mestizo de cuerpo y de alma)

[Nota: en el encuentro entre españoles y mexicas tomo prestados algunos nombres de personajes y algunos diálogos de la magnífica novela de Salvador de Madariaga: Corazón de piedra verde]

Esta entrada fue publicada en 1- Mar ancha, D - RELATOS. Guarda el enlace permanente.

5 respuestas a 1- Mar ancha

  1. Geert Bakker dijo:

    Beautiful, beautiful, beautiful!

  2. Gracias por ese inspirador relato. Es verdad que la verdad es mestiza.

  3. Maria dijo:

    Reseña de «El corazón de piedra verde» de Salvador de Madariaga excelente libro la verdad, aunque aquí solo se toma en cuenta la perspectiva de Alonso (en el libro que yo leí se llama Alonso el protagonista, no se porque aquí le ponen Gonzalo), en el libro habla de la vida de los dos, antes de reunirse. Como lo dice aquí, la vida de Alonso, pero también la vida de princesa de Texcuco de Xochitl, las enseñanzas de su padre Nezaualpilli, sus hermanos, la reina duende, los rituales a los doses, la devoción que su primo Ixcauatzin le dedicaba a ella y a Quetzalcoatl, su nana Citlali y su marido cara larga, tradiciones y descripciones que valen toda la pena del mundo.
    Se los recomiendo mucho, es un libro para recordar

    • He leído el excelente libro de Salvador de Madariaga. He tomado de él solo algunos datos para construir este cuento jacobeo que no puede reproducir al 100% ni los protagonistas ni los acontecimientos de la novela. Gracias por tu opinión.

Deja un comentario