11- Dídimo el Ciego y la Tradición Jacobea.

Didymus_the_blind          En el siglo IV Dídimo de Alejandría (h 313-id 398) ofrece el Primer Vínculo Documental conocido entre Hispania y un Apóstol. Dídimo, llamado el ciego por su pérdida de visión adquirida a los cuatro años de edad, tuvo una educación muy especial, basada en el estudio con afán y en largas frecuentes vigilias, no leyendo sino oyendo, para obtener por el oído los que otros obtenían por la vista. Su intenso trabajo y sus dotes superiores le llevaron a ser considerado uno de los hombres más eruditos de su tiempo, con un vasto conocimiento de gramática, retórica, lógica, música, aritmética y geometría, y una perfecta familiaridad con la Sagrada Escritura. Permaneció siempre laico, aunque con una vida muy austera y virtuosa, dedicada en gran medida a los estudios teológicos, que influyeron mucho en la patrística, aunque luego cayera en infortunio como seguidor de Orígenes, lo que lamentablemente tuvo el desafortunado efecto de que se perdiera buena parte de su obra escrita, y que las épocas posteriores hayan descuidado a este hombre tan notable, merecedor de un prestigio mayor del que la historia le reconoce.

          Era considerado un prodigio de ciencia, de conocimiento y de erudición, particularmente en temas bíblicos y teológicos, siendo maestro en la academia teológica de Alejandría, que dirigió durante cerca de medio siglo y donde tuvo destacados discípulos como Rufino y San Jerónimo, y gran amistad y trato con San Atanasio que le tenía en la más grande consideración, como otros muchos de sus contemporáneos. Escribió un tratado “Sobre la Trinidad” que demuestra un enorme conocimiento de las Sagradas Escrituras y que supone una vasta recopilación de textos bíblicos, por lo que gozó de un prestigio en la ciudad metrópoli universal de la cultura.

biblioteca-de-alejandria          Durante la dinastía de los Ptolomeos (306-30 a de C), continuando el proyecto de su fundador, el emperador Alejandro Magno, se contrataron en Alejandría las inteligencias más destacadas del mundo helenístico, buscaron hacerse con todos los libros publicados hasta entonces y crearon centros de investigación, convirtiéndola en la mayor biblioteca del mundo antiguo, y máximo centro del saber de todas las civilizaciones. Los sabios y artistas que se concentraron en la ciudad firmaban espléndidos contratos de por vida, y tenían libertad plena de creación sin ninguna censura. Se aplicaron a promover proyectos de investigación, elaborar diccionarios y enciclopedias, diseñar mapas y recopilar textos. La gran biblioteca llegó a albergar en sus anaqueles más de 500.000 papiros y pergaminos, y no solo se ocupó del conocimiento y clasificación de la cultura griega, sino que se abrió a las culturas de otros pueblos. Los sabios alejandrinos, además de compilar el saber e investigar, crearon lo que hoy llamamos “canon” o reglas de selección de libros y autores en función de la calidad, el estilo y el género.

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En este contexto surge Dídimo, quién en su tratado Sobre la Trinidad, en su libro segundo, dice literalmente: “Uno de los Apóstoles recibió en reparto la India, otro Hispania, e incluso otro más una región hasta la extremidad de la tierra”. Esta breve mención es de extraordinaria importancia en el tema de la evangelización de España. Ante todo por ser el primer y más antiguo documento sobre el tema; después por el carácter erudito e imparcial de la fuente; y por último porque aún su brevedad, da una valiosa información sobre este asunto en el que hasta entonces había carencia absoluta de datos. Esta frase permite deducir que la evangelización de España se realiza, al menos, por dos frentes, una la Hispania de acceso suroriental (entre Cartago Nova y Tarraco), y la otra, una región hasta la extremidad de la Tierra, que no mapa_romanas56es otra que Galicia y su Finisterre, los frentes que se corresponden con la primera división romana: Hispania Ulterior e Hispania Citerior. Esta cita sintoniza por un lado con la tradición paulina en Tarragona y los Siete Varones Apostólicos en la Bética, y por otra parte con la Tradición Jacobea en el noroeste hispano, siendo el primer testimonio que nos habla de una tradición de evangelización apostólica que se transmite desde los comienzos del cristianismo.

          ¿Dónde adquirió Dídimo este conocimiento?. La inventiva sería una opción rechazable en un hombre de sabiduría cuya obra se basa en el conocimiento. Podría ser que conociera la existencia de esa tradición oral, pero en el ámbito académico selecto en que se desenvolvía, si lo manifestó por escrito en su obra es porque conoció documentos anteriores que lo atestiguaban, en alguna fuente de la rica biblioteca alejandrina, cuyos fondos se perdieron casi por completo con los incendios y la destrucción, cuando el cristianismo fanático primero, y luego rematara el Islam, barrieron la cultura considerada pagana, de los antiguos centros del saber, arrasando el templo que albergaba la biblioteca y echando los libros al fuego, quemándose así, como eslabones perdidos, multitud de informes y datos que pueden ser dados como no existentes. Estos antecedentes nos permiten valorar que esta información de Dídimo debe considerarse válida y de crédito.

 san-jeronimo-blog         San Jerónimo, su destacado discípulo, que primero le alabara abiertamente, aunque luego le omitiera cuando cayó en descrédito, también cita la presencia apostólica en las Hispanias, y en su comentario sobre Isaías cita que se trataba de los pescadores que reparaban sus redes en el mar de Genesaret los que fueron luego sobre el gran mar a predicar el evangelio hasta las Hispanias, tal como describe el Evangelio de Mateo (Mt 4,21), es claro que la cita de dirige a los hijos de Zebedeo, lo que asocia a Santiago con la mención del Apóstol que predicó en la región del fin de la Tierra. San Jerónimo, heredero del conocimiento de su maestro Dídimo, es igualmente un hombre de sabiduría, designado por el papa Dámaso para inmensa obra de traducción de la Biblia y la corrección de los textos sagrados (Vulgata). Conoce la cita de su maestro y seguramente conoce por si mismo las citas de donde aquel las había tomado, y así lo expresa en sus referencia a la evangelización de Hispania. San Jerónimo constituye, pues, una fuente bien documentada que asocia la evangelización de España con la Tradición Jacobea, en conexión directa con Dídimo, cita que será recogido por otros padres de la Iglesia y se extenderá en diversos autores y obras a través de la Geografía y de la Historia, llegando a los autores hispanos, como evidente testimonio de que estamos ante una Tradición que se transmite.

          Con pobre o nulo fundamento se construye las artificiosa hipótesis del silencio como argumento que supuestamente echa por tierra la Tradición Jacobea. Algunos incluso siguen dando pábulo y repitiendo esta vacía y gastada propuesta, desde una ceguera mayor de la del notable Dídimo, y una sordera que supera el silencio que sugieren, y no solo por ser un argumento negativo e irreal, sino porque los hallazgos arqueológicos del subsuelo catedralicio llenan de voz argumental ese supuesto e inexistente silencio.

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3 respuestas a 11- Dídimo el Ciego y la Tradición Jacobea.

  1. clinete@lacativa.com.br dijo:

    Hola, como estás, Alberto?

    Estás mirando la pagina web de la Confraria?

    Ya pusimos el numero 7, pero no encuentro el numero 6.

    Puedes enviarme?

    Gracias por la excelente colaboración al nuestro sitio.

    Saludos de Brasil!

    Clinete

  2. Hola Clinete, en mensaje privado te envío el enlace del artículo 6 en portugués, y también el número 8 que acabo de subir.

  3. Selva dijo:

    Importantisima area la de sacar a luz estas historia ocultas

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