San Genadio de Astorga (c.865 – 936). Nació en la comarca de El Bierzo a mediados del siglo IX, y llegó a ser obispo de la Diócesis de Astorga del 909 al 919. A pesar de su intensa actividad monástica y episcopal carecemos de un texto hagiográfico que narre su vida y obra, lo que no ha impedido orientar su condición noble como hijo del conde Gatón, repoblador del Bierzo y Astorga, a quien también se emparenta con la familia real astur-leonesa.
Las primeras noticias de su vida nos las dio el propio Genadio en su Testamentum en que el propio santo da ciertos esbozos de su vida, expresando que profesó la regla monástica en el cenobio de Ageo. Sus comienzos fueron pues en el Monasterio de Ageo, de Ayoó de Vidriales, bajo la tutela del abad Arandiselo. Allí conoce la obra de los santos Fructuoso y Valerio y se hace seguidor de estos padres de la Tebaida Berciana y fundadores de muchos monasterios. Decide restaurar y repoblar el Monasterio benedictino de San Pedro de Montes, alrededor del 892, en los Montes Aquilianos, lugar donde residieron San Fructuoso y San Valerio.
Tras la restauración en el 896, Ranulfo, Obispo de Astorga, le nombra Abad del Monasterio, recibiendo un amplio coto en torno al monasterio, libros litúrgicos y alhajas para el culto. En el 908 y animado por Alfonso III sucede al Obispo Ranulfo en la Diócesis de Astorga, dadas las magníficas relaciones con la realeza de León, que con frecuencia le consultaban como asesor por el prestigio de su cultura y honradez. En su desaparecido Testamentum, carta de donación, redactada en el año 920, con la dotación patrimonial y funcionamiento de los monasterios fundados, el propio Genadio expresa que “fuí colocado en el obispado de Astorga más por
fuerza de los príncipes que por mi espontánea voluntad”. Aceptó la petición real y además se incorporó a la Corte, como confirman varios documentos reales. De esta época es la famosa “arqueta de San Genadio” que Alfonso III y su esposa Jimena donaron al obispo, tenida por los expertos como pieza señera del arte suntuario.
Al morir su valedor y amigo Alfonso III, fue designado por encargo testamentario para llevar a la Catedral de Santiago la donación de 500 áureos. Ya estuvo allí más veces, y tras cumplir su misión, tuvo ocasión de ampliar su contacto con el Santuario Compostelano, el obispado de Mondoñedo y el de Dumio. Algunos dicen que incluso pudo traer algunas reliquias que adornaron el ara de la nueva Iglesia de Santiago de Peñalba. Tras la muerte de Alfonso III, Genadio mantuvo una integración plena en la curia de García I y, más tarde, en la del hermano de éste, Ordoño II.
A finales del 919, Genadio abandona el obispado, no atendiendo los ruegos de Ordoño II, a quien aconsejó que nombrara como sustituto para la sede a su discípulo y compañero Fortis. En principio parece que se retiró al valle del Silencio, aunque siguió frecuentando la corte. A la muerte de Fortis en el 932, y hasta la elección de un nuevo obispo, Salomón, también discípulo y compañero suyo, Genadio se hizo cargo de la diócesis. Después volvió a enclaustrarse en el valle del Silencio, muriendo en Peñalba, probablemente el 25 de mayo del 936, tras superar los setenta años de una prolongada vida en la que conoció los reinados de Alfonso III, García I, Alfonso IV y Ramiro II.
San Genadio se convirtió en una de las figuras más importantes en el Arte Mozárabe como impulsor de múltiples restauraciones y fundaciones en la zona del Bierzo donde llevó a cabo una sobresaliente labor en la fundación de monasterios o la restauración de la vida monástica en otros, entre los que se pueden citar San Pedro de Montes, Santiago de Peñalba, San Andrés de Montes, Santa Lucía de Castañeda, San Pedro Castañero, Compludo, San Martín
de Castañeda o San Alejandro; edificó ermitas y oratorios como las de Santo Tomás, de la Cruz, San Martín y San Cipriano; fundó villas y repobló sus cotos como la de Santa María y la de San Juan, o granjas como la de San Esteban. Merece especial atención el destino de su biblioteca, pues se puede decir que san Genadio fundó e instauró la primera biblioteca ambulante a expensas en buena medido de unos
50 códices que copió. A su muerte donó sus libros para que se usaran en todos los monasterios de la zona llamada “Tebaida berciana”, intercambiándose cada cierto tiempo. En Peñalba, en el Valle del Silencio, se conserva la cueva a donde él meditaba y se retiraba renunciando a la corte leonesa y a la dignidad episcopal para vivir como monje o eremita.
Aclamado como santo poco después de su muerte, las cuevas adonde se retiró fueron objeto de veneración por los fieles católicos, que acostumbraban a peregrinar a ellas en romería y a recoger tierra de su suelo, que suponían curativo de las calenturas intermitentes. Su festividad se celebraba el 25 de mayo hasta que en la reforma litúrgica de 1969 fue suprimido del santoral, pues no fue canonizado oficialmente.
Se le reconoce como el primer santo relacionado con el ajedrez, juego que recomendaba a sus monjes como ayuda a la concentración y vehículo de aproximación a Dios. De Santiago de Peñalba proceden las piezas de marfil denominadas Piezas de San Genadio, que se consideran las figuras de ajedrez más antiguas de Europa, y que pertenecieron al santo, según la tradición local son los restos de un juego completo de ajedrez con el que San Genadio se entretenía algunas veces, jugando con sus monjes en los últimos años de su vida.
Junto con Santo Toribio, es copatrono de Astorga, su fiesta se celebra el 25 de Mayo, y sus reliquias están en Astorga, Peñalba y las Lauras de Valladolid.
Fuentes consultadas:
1.- Augusto Quintana Prieto. Las fundaciones de San Genadio. Archivos Leoneses: revista de estudios y documentación de los Reinos Hispano-Occidentales, Nº. 19, 1956, págs. 55-118
2.- Alberto Garín. Economía y religiosidad, Clérigos propietarios en la diócesis de Astorga en los siglos X y XI. Espacio, tiempo y forma. Serie III, Historia medieval, Nº 11, 1998, págs. 231-242.
3.- Artemio Manuel Martínez Tejera. San Genadio: cenobita, obispo de Astorga y anacoreta (¿865-936?). Argutorio: revista de la Asociación Cultural «Monte Irago», Año 5, Nº. 11, 2003, págs. 20-22.
4.- Josemi Lorenzo Arribas. La cueva de San Genadio en el valle del Silencio, Peñalba de Santiago (León). Datos documentales. Vínculos de Historia, Nº. 7, 2018, págs. 348-365
5.- Antolín de Cela Pérez. VI Congreso Internacional ACC. Santiago de Compostela 2018. Santos relacionados con el Camino y la devoción Jacobea, pp. 116-117.
6.- Artículo sobre la vida de los santos mozárabes San Genadio de Peñalba y San Rosendo de Celanova y su relación con el ajedrez: https://feda.org/feda2k16/wp-content/uploads/Santos-Moz%C3%A1rabes-Ajedrecistas.pdf . Comité de Historia 2018.