Hay una persona del camino con la que me siento en deuda y no se bien por qué razón, pues nunca llegué a conocerla personalmente. Su actitud fue tan sencilla y a la vez tan grande, que el Camino siempre recordará a estas personas que imprimen carácter al Camino y su carisma llega incluso a quienes no la conocimos ni tuvimos la suerte de llevarnos su sello en nuestra credencial. Aunque intenté en alguna ocasión escribir algo propio, finalmente he creído mucho mejor recurrir a quien describe todo conociendo bien el percal. Tomo de Luis Peregrino, alias «leblanko», su trabajo sobre Felisa como mejor modo de recordarla. Un artículo magnífico que Luis trata en sus reflexiones peregrinas, vivencias del Camino de Santiago, de su blog https://luisperegrino.wordpress.com . Me he permitido, además de las propias imágenes de Luis, incorporar algunas otras fotos que he descargado de la red, y un enlace directo al tema del amigo y maestro Maldonado.
<……. ” y sin embargo, lo insignificante, lo cotidiano, la labor callada de personas normales, sin grandes logros, que con su hacer diario han contribuido al discurrir de nuestras vidas, permanecerá para siempre en nuestro recuerdo”……………..> de “Amigos de la Rioja”
Deseo que estas letras sirvan de reconocimiento a una de estas personas, siento que sea “a toro pasado”, pero al igual que los grandes pintores, sus obras se valoran una vez desaparecidos.
Felisa Rodríguez Medel, Hospitalera del Camino de Santiago, quizás desconocida para muchos y sí, en parte, culpable de la fama que los logroñeses tienen de “cordiales y hospitalarios”. Personaje entrañable, por otro lado, para los peregrinos del Camino de Santiago, como lo prueba la presencia de referencias suyas en la mayoría de las guías nacionales y extranjeras sobre las rutas Jacobeas.
Después de pasar Viana y antes de entrar en Logroño, pero disfrutando ya de sus vistas , nos encontramos un pequeño cartel, escrito a mano, que nos dice “INFORMACIÓN Y SELLADO A LOS PEREGRINOS” FELISA.
¿Quien era Felisa, esta “histórica del Camino?. Pues una logroñesa, nacida el 3 de Noviembre de 1910 , casada con Federico Mediavilla, con el que tuvo cinco hijos. Vivió hasta 1940 en una de las calles más emblemáticas de la ciudad de Logroño ,como es la Ruavieja, teniendo que salir de la misma, por la declaración de ruina , y sin ayudas de ningún tipo (como en la actualidad) buscarse una nueva casa, asentándose desde ese mismo año en su actual ubicación en el camino de Viana.
Después de pasar Viana y antes de entrar en Logroño, pero disfrutando ya de sus vistas , nos encontramos un pequeño cartel, escrito a mano, que nos dice “INFORMACIÓN Y SELLADO A LOS PEREGRINOS” FELISA
Viuda desde 1958, al igual que muchas otras familias de aquella época , tuvo que trabajar , sobre todo en labores de campo, para poder sacar su familia adelante
La relación con el Camino de Santiago, le llega en la década de los 80, cuando Jesús Martínez Cañas (Cura del barrio de San Antonio), le pide ayuda, a fin de que se encarge de informar y sellar la credencial de los peregrinos que hacían el Camino de Santiago; como es de imaginar la nómina para tal labor es de las que se cobran en el más allá.
Aún con la dificultad que suponía no saber ni leer ni escribir,(unos palotes en el papel indicaban el número de peregrinos que pasaban cada día) acepta el encargo. Estando desde entonces, como fiel guardián, al pie del cañón.
El idioma nunca fue problema, ella no hablaba más que un castellano castizo, pero como el querer es poder, entre palabras y gestos se hacía entender. Después de ponerles el sello les invitaba a escribir lo que tuvieran a bien en hojas primero y posteriormente en libros. Solía obsequiar a los peregrinos con higos, cuando era época, de la higuera bajo la que se resguardaba de los rayos del Sol ,invitándoles a refrescarse y descansar muchas veces a pesar suyo, en el suelo, ya que por más que había solicitado en todos los estamentos, no disponía más que de 2 bancos, insuficientes la mayoría de veces.
Su oficina (mesa y sombrilla), no cerraba, lo más se cubría con un plástico para evitar que se mojarán los libros, mientras ella vigilaba desde la ventana de su cocina o bien a la sombra de la higuera, esperando la llegada de nuevos caminantes.
Esta labor la fue realizando con gran dedicación, acumulando trienios y quinquenios, durante 22 años, aunque quiero suponer que con el mismo sueldo.
Imagino y déjenme imaginar, que conociendo a Felisa, y tuve la suerte de conocerla, el pago lo recibía día a día, con el agradecimiento y la sonrisa de cada uno de los peregrinos que atendía. Cuando desde cualquier parte del mundo, le llegaba una postal dándole las gracias era como si de una paga extra se tratara.
Así han transcurrido los años y como nada es eterno, Felisa el 20-Octubre-2002 falleció muy cercana a cumplir los 92 años. Tengo la certeza de que además de sus familiares, seremos muchos los que la echaremos en falta.
Ahora cuando pasemos por el camino de Viana no encontraremos a Felisa, ella no estará; pero si su mesa, su sello, su cartel, su higuera y su hija Mari (María Teodora Mediavilla Rodríguez) que a sus 70 años de edad , y después de haber vivido tantos años con su madre, haciendo bueno el dicho: ” Al que a los suyos parece honra merece”, sigue atendiendo a los peregrinos, y caminantes de paso.
Video realizado por Miro en 1999
https://myspace.com/miro_villamor/video/felisa/45625396
También hace un par de años, Jose Mª Maldonado dedicó a Felisa una de las canciones de su CD “FLECHAS AMARILLAS” titulada “Olor a higos”.
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