Dante Alighieri (1265-1321), il Sommo Poeta o Poeta Supremo, es el autor de la Divina Comedia, obra maestra de la literatura italiana y universal. Participó activamente en las luchas políticas de su tiempo lo que le llevó al exilio de su ciudad natal (Florencia). Vivió en Verona, Padua y otras ciudades del norte de Italia, quizás incluso fuera de Italia, hasta que entre 1315 y 1318, el príncipe da Polenta le ofrece un puesto diplomático en Ravenna, donde Dante encontró seguridad económica y se estableció. Venecia pretendía apoderarse de Ravenna y Dante actuó como embajador para negociar con los venecianos una serie de concesiones a cambio de que se respetara la ciudad. No tuvo éxito y, de regreso, al cruzar el río Po, a la altura de Ferrara, contrajo paludismo. Murió en Ravenna entre el 13 y el 14 de septiembre de 1321 y fue enterrado en la iglesia de San Francisco. Florencia reclamó su cuerpo, con especial presión de los Medici, levantando una tumba en Florencia (que permanecerá vacía), pues los restos fueron escondidos hasta que reaparecen en 1865 y son depositados en el mausoleo neoclásico en forma de templete en Ravenna.
Dante viene a establecer un criterio conceptual diferenciador entre los distintos tipos de peregrinos. Dante habla de las denominaciones de los peregrinos: son
palmeros los que van a Tierra Santa; romeros los que van a Roma; «por peregrino», en sentido estricto, no se entiende sino el que va hacia la casa de Santiago o vuelve de ella (In modo stretto non síntende pelegrino si non chi va verso de san Jacopo, o riede). Para Dante, por tanto, ser peregrino significa dirigirse a la Tumba de Santiago de Compostela, lo que en aquellos tiempos tenía obviamente una implicación religiosa.
La cita está tomada del capítulo XL de la «Vita nuova», la misma obra en que, en una atmósfera sentimental, recoge las rimas de su amor imposible por la bella Beatriz Portinari. Se dice de Dante que tuvo una vida agitada y andariega, pero esta alusión parece que se trata de una disquisición teórica que pretende un discernimiento de los distintos tipos de peregrino según su destino, pero no hay noticia de que exista ninguna otra vinculación de Dante con Compostela y con el fenómeno de peregrinación.
¡Hola Alberto! Suelo comparar el Camino de Santiago a la Divina Comedia. Esto me lleva a una broma que hace reír a los peregres italianos. Dante el Peregrino empieza su andanza literaria perdiéndose en una selva oscura, y después de encontrarse con algunas fieras da con una empinada escalera que lleva al… infierno. Pues bien, hasta hace bien poco los peregres se perdían entre Triacastela y Sarria bajo un tupido arbolado o negra selva. Los peregres se reorientaban sorteando comerciantes de abusiva fiereza. Y ¡ay! al llegar a Sarria se encontraban con la larguísima y empinada escalinata que lleva al albergue municipal. ¡La escalera de Dante! No hay un italiano que no la reconozca…
Bueno si Dante Alighieri viviera en nuestra época seguramente usaría la manida y para algunos con cierta connotación peyorativa el vocablo Turigrinos